Actualmente, es de esperar que a muchos de nosotros nos haya pillado sin los recursos básicos y necesarios para poder usar las nuevas tecnologías como herramienta indispensable de interacción, durante esta caótica etapa de confinamiento que nos ha tocado vivir. No te incomodes, aún dispones de tiempo.
Precisamente, esta realidad se está haciendo cada vez más notoria y ya es un hecho indiscutible. Por ello, se debiera tomar en consideración la gran importancia y complicidad a la hora de saber manejar estos recursos técnicos, en estos tiempos tan tecnológicamente frenéticos, para beneficiarse de las ventajas que ofrece la conexión a las redes o a la gran red mundial, Internet.
Resulta muy llamativo y atractivo la variedad de opciones o diversidad de estímulos que nos ofrece esta red de redes o esta colmena de tejidos que se encuentran fusionados para dar libertad de movimientos a una escala universal. Esta colmena, Internet, se puede usar como medio de información, como forma de buscar y encontrar conocimiento, como manera de aprendizaje, como forma de comunicación, estilo de enseñanza, como modo de estudio, formación, experiencia, de educación o para algunos, incluso de interacción social, ocio, diversión, vivencias, y para otros, puede ser una nueva oportunidad profesional o forma de trabajo.
A día de hoy, son muchos los hogares que desde, hace aproximadamente un mes y dos semanas, y debido a la situación de confinamiento, están trabajando a distancia, lo que viene siendo el denominado teletrabajo. Esta situación ha planteado numerosas cuestiones relevantes para interpretar y reflexionar, entre ellas, las más habladas y comentadas: la educación online de nuestros pequeños y no tan pequeños, niños.
La educación online nos ha visitado para quedarse porque son muchísimas las ventajas que ofrece. Realmente, el proceso de seguimiento entre maestros/profesores y alumnos que se ha ido realizando durante el confinamiento, no ha sido planificado, ni organizado, ni estructurado de antemano; sino todos hemos ido probando algo nuevo sobre la marcha, como un ensayo-error, y se nos ha mostrado como una experiencia positiva y efectiva, aunque aún quede mucho que mejorar.
Por lo tanto, siendo críticos, considero que si se apuesta por un nuevo modelo de proyecto de aprendizaje online, dónde se valore si es viable, dónde se estudien sus ventajas y desventajas, y se aprecien sus nuevos horizontes de progreso; ofreciendo medidas de apoyo a las familias sin recursos, estaremos ante una nueva revolución, ya que el mundo ha cambiado, la humanidad está modificando patrones de comportamiento, actitudes, hábitos, pensamientos, escala de valores, costumbres, debido a la crisis sanitaria por COVID-19.
De ahí, que el próximo modelo educativo deba ser completamente restaurado, renovado, modernizado y con aires de innovación, por supuesto, para ofrecer una calidad e integridad en la educación de nuestros hijos que han vivenciado una parte de la crisis sanitaria. Una crisis sanitaria sin precedentes, que evidentemente, traerá de la mano a una temida recesión económica, sin olvidar tampoco, un desequilibrio en las relaciones interpersonales, una posible transformación o mutación en cuanto a las costumbres o hábitos personales, una depresión en los valores de la sociedad, un riesgo de estancamiento e ignorancia por parte de algunos o bien, renovación y búsqueda de conocimiento, por parte de otros.
Cómo veis el panorama nos puede parecer muy desalentador o bien, muy motivador. Todo depende de cómo interpretemos la situación y de cuánto permitamos que nos influya. Nuestra fuerza de voluntad, ahora más que nunca, tiene una gran prueba vital que debe ir superando con sensatez, prudencia y cautela.
Precisamente, por estos motivos, no podemos quedarnos estáticos, como si no pasara nada, sino arriesgar de forma enérgica y retar de manera dinámica, posibles planes y propósitos de vida que nos hagan vibrar de forma más fortalecida y con templanza durante este nuevo horizonte o perspectiva que se nos plantea. Por esta razón, la educación online debería ser el próximo debate (como otros tantos) o la siguiente propuesta en Educación, si queremos salir realmente fortalecidos y reforzados de esta crisis sanitaria por COVID-19.