Diferencias destacadas en el Autismo y Asperger

Como ya sabemos, la diferencia más significativa entre el Autismo y el Asperger reside en el déficit que encontramos en el área de la comunicación, generando así un retraso en la adquisición del lenguaje o bien la ausencia del lenguaje de forma gradual en el caso del Autismo. Mencionando también que el Asperger es un Síndrome, es decir, un conjunto de síntomas, mientras que el Autismo es un trastorno generalizado.

El nivel cognitivo en el Autismo se suele caracterizar por situarse debajo de la media mientras que en el Asperger suele estar por encima de la media. Aunque también debemos tener en cuenta el Autismo de alto funcionamiento (conducta adaptativa notable).

En cuanto a las relaciones sociales, en el Autismo podemos destacar un desinterés general por estas interacciones sociales. En cambio, en el Asperger nos puede parecer una falta de interés pero en realidad lo que tienen es una falta de habilidad para llevar a cabo la socialización.

Las familias suelen detectar los déficits en el Autismo entre los 18 meses y 3 años y en el Asperger alrededor de los 28 meses y 6 años.

El diagnóstico por parte de los profesionales, se suele hacer entre los 3 y 5 años en el Autismo y en el Asperger sobre los 10 años, aproximadamente. Son valores estadísticos pero puede haber variaciones notables.

En definitiva, los padres suelen tener más preocupaciones en la falta de comunicación y/o retraso en el lenguaje en el caso del Autismo. Y en el Asperger, son los déficits en la socialización y la conducta los aspectos que más demandan las familias.