
Nos encontrábamos perdidos en esta batalla diaria pero que a pesar de todo tiene sus cosas bonitas. Nuestro hijo empezó a tener problemas en el colegio de todo tipo, académico y social y también en casa. Estaba apático, irritable, desmotivado, muy impulsivo, desconfiaba de todos, ansioso, agresivo, no se relacionaba con nadie y autoestima por los suelos. Empezamos a informarnos sobre sus posibles problemas en el aprendizaje y también en su comportamiento. Nos dijeron que muy problablemente podría tener TDAH con algún que otro trastorno de conducta pero que se necesitaba estudiar el caso. En el colegio en vez de ayudar, lo único que hacían era dejar de lado el problema, buscamos ayuda y por arte de magia nos recomendaron a una persona que poco a poco se fue convirtiendo en su ojito derecho porque sabía cómo tratarlo y enseñarle cómo él aprendía. Poco a poco fue mejorando en el colegio y cada vez se le notaba, más alegre, motivado, como si tuviera más confianza, también nos contaba más cosas, nos daba más abrazos y se le veía muy contento. A día de hoy sigue con su medicación pero dió un cambio enorme en cuanto a actitud y comportamiento frente a sus problemas. Por eso te queremos dar las gracias y que sepas que siempre estaremos ahí para lo que necesites.
Unos padres anónimos.